Si hoc legere potes, nimium eruditionis habes

martes, 20 de diciembre de 2011

Sobre racismo y buenas intenciones mal entendidas.

Habitualmente no me refiero a acontecimientos de la realidad, pero la indignación me mueve a hacerlo.
Luis Suárez acaba de ser sancionado con ocho partidos de suspensión y una multa de 40000 euros, tras la denuncia realizada por Patrice Evra.

Recordemos que, según Evra, Luis Suárez lo insultó (con epítetos racistas) durante un partido que disputaron sus respectivos equipos hace algunas semanas.

El punto es que ni la asociación inglesa de fútbol, ni expertos de medios deportivos, pudieron probar que la denuncia tuviera fundamentos.
Esto es, no pudo demostrarse que Suárez hubiese insultado a Evra.

De hecho, tampoco consta en la denuncia que los insultos (en caso que hubieren existido) fuesen racistas.
El propio Evra dijo que Suárez repitió varias veces la mismas palabras durante el partido.

Una denuncia basada en un argumento tan débil cómo "dijo algo que no sé, pero estoy seguro que es racista".

Ahora bien, supongamos que la denuncia partiera de esta base:
Evra comprendió las palabras que Suárez le decía.
Supongamos que, al hacer la denuncia, Evra declara que el jugador uruguayo lo llamó "negro".

Mas allá que Suárez lo dijera con un animo ofensivo o no, (punto irrelevante, porque en un insulto lo que mas pesa es cómo es recibido), la denuncia debería probarse.

Esto es, mediante el análisis de las imágenes del partido, se debe de ver el momento en que los insultos racistas fueron preferidos.

Esto no pasó.
Y no fue por falta de medios, precisamente. La televisación de los partidos es excelente en toda Europa.

Entonces, tenemos insultos que no se sabe si lo fueron, una denuncia sobre ellos con esa base tan poco sólida y, por último, una absoluta falta de pruebas sobre el hecho denunciado.
Cómo falló la cámara actuante ante este cúmulo de inconsistencias?
Declaró a Suárez culpable de un crimen que tal vez no fue tal, que tal vez no existió y que, definitivamente, no se pudo probar
Sin salir del ámbito del fútbol, podríamos decir que ese tribunal cobró "al grito". Esto es, el juez no vio la infracción (de hecho, pudo no haberla), pero la cobra porque un jugador gritó que la falta existió.
Muchas veces la falta existe, pero muchas otras no.
Eso se llama: simulación de falta. Esa conducta está penada.
Con lógica, y justicia, esa práctica está penada.
Pero si el juez ni está seguro sí la falta existió o fue una simulación, debe abstenerse de actuar, abstenerse de juzgar.
Porque todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Entonces, si no puede demostrarse la culpabilidad de uno de los involucrados (el que cometió la falta, o el que la simuló) el juez se abstiene.
Y es bueno y lógico que así lo haga.

Pero en este caso, en que no pudo probarse delito, la cámara encontró culpable a Suárez, sin otra pruebas que la palabra de Evra.

Entendió la cámara que Suárez pudo (en su condición de blanco) agraviar a Evra con insultos racistas?

Fue, quizás, éste su razonamiento?
Suárez es blanco, entonces puede ser racista, entonces ES racista.
Evra es negro, entonces puede ser víctima de racismo, entonces FUE VÍCTIMA de racismo.

La respuesta lógica y justa a una sociedad racista "en un sentido", no es una sociedad racista "en el otro sentido".
La solución, no es (permítanme la expresión) "flechar el racismo en el sentido contrario.

La respuesta a una sociedad machista, no es una sociedad feminista.
La respuesta a una sociedad que discrimina a los negros, no es una sociedad que discrimine a los que no lo son.

La respuesta, en ambos casos, es UNA SOCIEDAD DE IGUALES.

Una sociedad donde alguien no sea considerado probablemente culpable por ser blanco, ni seguramente inocente por ser negro.
Una sociedad donde se castigue el racismo.
Pero donde el derecho impere y un hombre pueda seguir siendo inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Mis respetos para todos

lunes, 14 de noviembre de 2011

viernes, 19 de agosto de 2011

Sobre la libertad de expresión y el nuevo fascismo.

Cuando era adolescente tenía un amigo que, si se enojaba contigo, te llamaba etíope.
Por algún lado había leído que la religión principal de Etiopia era el judaísmo.
Entonces, en el colmo de lo conciso, te llamaba negro y judío con una sola palabra!! Fantástico!!
El insulto perfecto.

Claro que esa "perfección" encontraba ciertos obstáculos.
El primero y mas importante, la falta de efectividad.
Un insulto, al igual que un chiste, pierde sentido, pierde fuerza, si hay que explicarlo.
Segundo, nadie se sentía realmente denostado al ser llamado de esa manera. Que te dijeran negro o judío no era un graaaaan insulto.

Poner en duda tu masculinidad era mucho mas eficiente.
Dudar de la honradez de las mujeres de tu familia era, sin lugar a dudas, la categoría suprema.
Pero éramos amigos y entre nosotros no nos decíamos esas cosas.
Para algunas mujeres que merecían nuestro desprecio, estaba el "puta" en sus múltiples variantes. Incluyendo a la joven en cuestión y toda sus familiares mujeres.
Mas adelante descubrimos una nueva maravilla: tortillera (lesbiana)

Con el tiempo crecimos, nos convertimos en hombres y varios de nosotros formamos una familia.
Hombres comunes y corrientes.

Sin embargo, si queríamos insultar a alguien hace quince o veinte años, lo llamábamos puto, torta, marica o (si ese día nos sentíamos snobs) gay.

Si cualquiera de nosotros usara esas palabras de la manera que las usábamos entonces, hoy seríamos tildados de homófobos, discriminadores o quién sabe que otra cosa.

No digo que lo que hacíamos haya estado bien, mal o mas o menos.
Lo que digo es que ahora estaríamos mal vistos.

Hace poco, discutiendo con otro amigo, tratábamos el tema de la libertad de expresión.
Sostengo que este período es uno de los que nos ha impuesto mayores límites a la hora de opinar.
Es el tiempo de la "dictadura de lo políticamente correcto"

Para demostrar mi posición entré a un foro (se que no es el lugar mas adecuado si se buscan respuestas inteligentes, pero era el mas a mano) en el que solía participar y puse estas sentencias:

De los promiscuos, tengo la misma visión que las feministas.
De las promiscuas, tengo la misma visión que los machistas.

Y le dije esto a mi amigo: vas a ver que la mayoría de los que opinen van a atacarme como persona, van a decir "no te importa!!!", "deja vivir!!!" o "no juzgues si no quieres que te juzguen".

Pocos cuestionarán mis ideas, pero la mayoría cuestionará mi derecho a decirlas.
En aras de la libertad de expresión, cuestionarán mi derecho opinar.

Me trataron tal como esperaba.
Me decían que no era mi derecho juzgar a nadie.
Desde cuando está mal juzgar a otro?
Desde cuando el juzgar no es parte de nuestra vida?
No juzgamos cuando elejimos pareja?
No llegamos a la mayoría de nuestras decisiones mas importantes luego de juzgar las opciones?

Todos lo hacemos, todo el tiempo.
Y ESTÁ BIEEEN.

Muchos de quienes me conminaban a no juzgar a los demás, opinaban luego sobre religión, política o lo que fuere.
Juzgaban a tooooodos (salvo contadas y honrosas excepciones) los musulmanes hablando de ellos como si todos fueran salvajes primitivos, agresores de mujeres.
Juzgaban a los políticos y los consideraban venales, corruptos y megalomanos.
Y, para ellos, la gran mayoría de los sacerdotes merecían la hoguera por el delito de pederastía.

Lo que quiero mostrar es que hay cosas sobre las que se puede juzgar libremente, pero hay otras sobre las que no es posible hacerlo.
Está mal.
No se hace.
Cualquier crítica es fruto del prejuicio.

Si existen temas sobre los que está "bien visto" opinar, sobre los que "hay que oír todas las voces", sobre los que hay que "respetar todas las posiciones", también existen aquellas posturas que no está bien visto sostener.
En las que, incluso opinar diferente a lo mayormente aceptado, lleva a que se clame por nuestro silencio.

Lars von Triers, el cineasta danés, experimentó esa situación.
Mas allá que su posición no es, para nada, compartible, el hecho que se lo expulsara de un festival de cine por expresarse, no tiene justificativo alguno.

Si una sociedad decide por nosotros que es bueno pensar, que es legítimo creer o sentir, las libertades individuales están seriamente limitadas.

Es, mal que le pese, una sociedad fascista.

La base de todas las revoluciones es el pensar diferente, lo que nos lleva a evolucionar socialmente es el disenso.
Ideas revolucionarias, o simplemente distintas a lo habitual, siempre sonarán mal a algún sector.

Entonces, si mi voz debe silenciarse o mi discurso cambiarse para no molestar, mi libertad no es tal.
Una sociedad, donde las voces disidentes son acalladas, donde las ideas están limitadas a lo mayoritariamente considerado "bueno" es una sociedad que se resiste al cambio, a la crítica.
Es una sociedad estancada.

Y se llega a la paradoja de silenciar voces en el afán de defender la libertad de expresión.
Lo políticamente correcto (entendido como suavizar nuestro discurso, nuestras ideas, para no molestar a nadie) es el nuevo fascismo.


Mis respetos para todos.

lunes, 27 de junio de 2011

Parroquia "San Franciso de Asís" (Belvedere - Montevideo)

Iglesia de Las Carmelitas (Vista . Prado - Montevideo)


Iglesia de Las Carmelitas (Detalle del Umbral. Prado - Montevideo)

Concerto in sol maggiore - Allegro (Nicola Porpora)

Al Lampo Dell' Armi (Giulio Cesare - Georg Friedrich Haendel)

Overture to the Duenna - Rondeau (allegro) (Thomas Linley - The younger)

miércoles, 8 de junio de 2011

Overtura - Presto (Johann Adolph Hasse)

Concerto a 5 in sol maggiore - Allegro (Tomasso Albinoni)

Cantate 'In yonder grove' - Recitative (Thomas Linley, the Younger)

Diana en claroscuro (Museo Blanes - Montevideo)


Iglesia de Las Carmelitas (Detalle sobre puerta. Prado - Montevideo)


Iglesia de Las Carmelitas (Torre. Prado - Montevideo)

domingo, 2 de enero de 2011

Sobre lo gris de la historia.

A medida que se estudia y se analiza la historia, surge una visión descorazonadora del hombre.

La historia es cíclica, la humanidad parece condenada a repetir periodicamente los mismos errores.

La búsqueda del poder en cualquiera de sus formas, es el combustible que ha iniciado fuegos que han destruido vidas, comunidades o civilizaciones.

Muchas veces, defendiendo nuestros "derechos inalienables" hemos arrasado con los derechos de los demás. Las revoluciones no se inician en la plebe, sino fogoneadas por eruditos, guías espirituales o maestros.

Líderes que sin importar el costo en sangre, querrían ver plasmadas sus ideas, realizadas sus utopías, acrecentado su poder.

Bajo el falaz discurso del "bien común" sólo buscaban acariciar su ego, su pueril pedantería.

El estudio de la historia humana muestra un panorama casi negro.

Lo que nos salva de la oscuridad son aquellos seres luminosos, aquellos que realmente anteponen el bienestar de los demás al suyo propio.

Aquellos que no viajan a la India para ayudar a los pobres, sino que ayudan dentro de su comunidad. Tiene menos glamour, naturalmente, pero buscar ayudar de manera glamorosa es ayudar?
Salvar una vida, en un mar de sufrimiento, no parece hacer mucha diferencia. Pero para ésa vida, lo es todo.

Gandhi decía que un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.

Es cierto, pero creo que una mejor medida de la estatura de una civilización, es la forma en que sus miembros se tratan entre si.

La oscuridad tiene quien se ocupe de ella y luche por acrecentarla.

Es nuestro deber ser faros, para que la historia se torne mas blanca.

sábado, 1 de enero de 2011

Canción de La Luna (de Rusalka de Dvorak. Anna Netrebko - Soprano)

Príncipe Igor (Alexandr Borodin)

Nessum Dorma - Giacomo Puccini (Thomas Harper - Tenor)

Detalle del Frente del "Palacio Uruguay"


Frente del "Palacio Uruguay"


Detalle en frente del "Palacio Brasil"


Detalle en frente del "Palacio Brasil"